Descripción
Detrás de cada ansiedad hay una historia, con Maddalena Bergamaschi
En el período caracterizado por la pandemia, las condiciones de vida de las familias han cambiado profunda e inesperadamente. Esto enfatizó estados de ansiedad, rasgos depresivos, frustración, miedo, ira y aislamiento. En este tiempo “suspendido”, los adolescentes expresan la incertidumbre sobre su futuro de diversas formas. La calidad del entorno familiar juega un papel protector o de riesgo al moderar o no el impacto que las potenciales experiencias traumáticas tienen en los menores.
Nosotros, como clínicos, estamos llamados a repensar y reorganizar nuestro trabajo con los niños y sus adultos de referencia. Al considerar viejos y nuevos escenarios de cercanía, la relación terapéutica puede contribuir a la regulación emocional para las mujeres y los hombres del futuro.
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